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Exposición: Negros de arena y cal. Jesús Cosano. Villanueva del Ariscal (Sevilla)

Cultura Bisagra nos encargamos desde Barcelona de la promoción y la publicidad previa al evento. Nos desplazamos a Sevilla para ultimar el montaje técnico, coordinar con la sala y realizar la cobertura audiovisual del acto. Finalmente el material ha sido editado en un documental que se estrenará y difundirá en fechas próximas.

Jesús Cosano ante el mural confeccionado con sus doscientos quince collages.

NEGROS DE ARENA Y CAL, inaugurada el 27 de octubre de 2013 en la sala Medieval Copas de Villanueva del Ariscal, es una exposición que muestra el trabajo plástico elaborado por el investigador Jesús Cosano alrededor de la presencia, influencia y pervivencia de lo negro africano en la cultura de nuestro país y de otros países del mundo.
 

La exposición se abrió al público con una presentación del propio Jesús Cosano Prieto y un vídeo que ilustraba y resumía parte de la historia que ha inspirado cada uno de los 215 cuadros y cajas decoradas realizadas con técnicas mixtas a modo de collage. Tras el vídeo, el músico y escritor Santiago Auserón, autor del libro de reciente aparición El ritmo perdido. Sobre el influjo negro en la canción española, explicó a los asistentes su relación vital e intelectual con Cosano reafirmándose en la idea del estudio y la incorporación de las influencias africanas en el arte peninsular. A partir de este momento la inauguración se tornó un verdadero festival en el que cada participante puso en práctica su modo de interpretar esa influencia, ese nexo común y esa riqueza cultural.

El singular y excelente músico Gualberto García llenó la sala de buenas vibraciones provenientes de su sitar, que él sabe como nadie tocar con ritmos de lo jondo. Le siguió la actuación del siempre enérgico y vibrante bailaor Juan de Juan acompañado al cante por Lola Molina y al toque con el tres flamenco por Raúl Rodríguez. Juan de Juan pronunció unas palabras refiriendo su voluntad de teñir su baile de negritud. Realmente, sin perder la esencia clásica su baile se nutre con esos giros y sentires que Juan ha absorbido en las calles que van desde Morón al Harlem pasando por Triana.

Raúl Rodríguez pronunció sabias palabras de elogio dedicadas al amigo y maestro Cosano y jugó con la metáfora de la boda porque, ciertamente, la convocatoria tenía semejanzas con una celebración nupcial en la que se casaban los amigos con los amigos y con el amigo Cosano y, de rondón, todas las artes y estudios matrimoniaban entre sí: la música con la pintura, la pintura con la literatura, la literatura con la historia y así siguiendo en unos esponsales infinitos en los que todos los asistentes quedábamos invitados y ligados por la fuerza de la cultura.

Y esas mismas cuerdas que acompañaron a Juan de Juan sonaron en solitario como un regalo de boda muy especial fruto del tiempo y el estudio que Raúl le dedica a su guitarra, su tres y su arte. Su duende prolífico enlazó también de maravilla con la fuerte percusión y las toneladas de ritmo y pasión que vertieron en su actuación los Rumba de Akokan. Como su nombre indica tocan el corazón de la rumba y llegaron al corazón de la gran cantidad de personas que se congregaron en el Medieval Copas. Cabe decir que los artistas plásticos Manuel León Moreno, Ricardo Casstillo, Rorro Berjano y Marcos Fernández también se sumaron a la muestra con obras propias afines al tema.

El evento traspasó las paredes del local y de una forma natural se extendió por este bello pueblo sevillano en boca de sus gentes, alegres y acogedoras, que al día siguiente comentaban con sincero alborozo el éxito de la convocatoria. Nadie tenía que demostrar nada pero quedó claro que entorno a Jesús Cosano existe una red invisible que establece y propicia conexiones artísticas de muy rica y diversa naturaleza: gentes del arte, gentes del pueblo, gentes con ganas francas de conocer y compartir. Ellos, como sucede con Cultura Bisagra, simpatizan con la persona, y con su presencia quisieron mostrar su cariño y agradecimiento por su labor. Y sobre todo por la manera en cómo esa labor se realiza. Sin grandilocuencias, sin grandes gestos ni discursos. Tal vez por eso mismo, porque este quehacer investigador no es fruto de consignas oficiales, ni de modas, ni de pensamientos únicos: es por eso que crece y se propaga por su propia naturaleza potentísima. No se puede eternamente silenciar lo más bello y rico de nuestro pasado, pese a quien pese, pase lo que pase: la huella de la negritud en España se revela con claridad. La fiesta es del pueblo y a ella regresa. Grandes círculos se cierran y se expanden sobre territorios de arena y cal.

 

 

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